No derramaré una gota más de mis lágrimas.
No volveré a retorcer mi corazón por un simple beso, por una sonrisa o un “Aquí estoy yo”.
No volveré a sentirme culpable por querer compartir mi corazón.
Empezaré a ser egoísta, compartir en cada momento mi atención y mi cariño a mi alrededor.
Empezaré a dar mis pasos sin bastones ni muletas.
Empezaré de nuevo, con las manos libres.
Seguiré el camino a donde quiera llevarme, sin un ayer, sin un mañana.
Solos el presente y yo recorreremos el espacio sin prejuicios sin tener que demostrar la verdad,sin justificar lo vivido ni lo soñado.
Ave Fénix
Responder